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Una investigación muestra que el cierre de las escuelas y el confinamiento no están entre las medidas más efectivas para detener la expansión del coronavirus. Con el ratio de expansión al fin lento, España empieza a estar preparada para empezar pronto a considerar levantar con seguridad algunas de sus medidas de distanciamiento.

Algunas evidencias apuntan hacia una buena noticia: el coronavirus no parece resistir bien la humedad, lo que significaría que, tomando las precauciones necesarias, este verano podremos bañarnos en el mar, ríos y piscinas sin peligro de contagio.

Los tests masivos son siempre beneficiosos: la comparación entre Alemania y Francia lo muestra de forma muy elocuente. Es una de las claves tanto para contener la expansión del covid-19 como para preparar el desconfinamiento.

En Taiwán y Japón hay un reflejo cultural que lleva a usar mascarillas cuando están enfermos, lo que ahora supone una gran ayuda para contener la pandemia. Actualización de la herramienta interactiva sobre estimación de casos y muertes de covid-19 en 205 países y territorios. A una semana vista, España superará los 25.000 muertos.

El uso masivo de mascarillas se adivina como uno de los elementos clave para cualquier escenario de desconfinamiento, incluido en las escuelas a partir de los 3 años. Para que pueda haber desconfinamiento deben reabrir escuelas y guarderías.

Todos los ratios de expansión rápida del coronavirus se concentran ahora mismo en el África subsahariana. La mayor parte de países occidentales afronta dilemas complejos sobre cómo impulsar el desconfinamiento sin que exista una vía indiscutible.

Hay que analizar muy bien los distintos enfoques que ha habido en el mundo para afrontar la pandemia y extraer las lecciones con pragmatismo. Previsiones de casos notificados y muertes a una semana vista en 205 países y territorios. España podría superar los 24.000 muertos en una semana.

La experiencia de Hong Kong se está mostrando efectiva. Un estudio en la revista científica 'The Lancet' muestra cómo este enfoque, que se basa en el distanciamiento social y los cambios de comportamiento de la población (con un impacto económico y social menos perjudicial que el bloqueo total), pueden controlar significativamente el covid-19.

Aún no pueden extraerse conclusiones categóricas, pero el papel de los niños en la transmisión del covid-19 parece menor del que se estimó en un principio. El cierre de los colegios por sí solo apunta a que es mucho menos relevante que otras intervenciones de distanciamiento social.

En el mundo ha habido cuatro grandes opciones para combatir la pandemia y los procesos de desconfinamiento deberán tenerlos en cuenta e incluso combinarlos, considerando también todas las variables sociales y hasta los propios sesgos de los expertos. El desconfinamiento sin la reapertura de los colegios no es posible.