La causa judicial que investiga hipotéticas responsabilidades penales de funcionarios públicos por autorizar la marcha feminista del 8-M la semana anterior al Estado de alarma por el coronavirus ha provocado una auténtica tormenta político-jurídico-policial, con réplicas muy intensas en la Guardia Civil. Pero ha puesto también de manifiesto el papel creciente en las instrucciones judiciales de los informes policiales, en ocasiones absolutamente plagados de errores.

Esta dinámica preocupa mucho a algunos jueces, que llevan tiempo alertando de que en ocasiones la instrucción parece dirigirla incluso la policía, en coordinación con periodistas que se prestan a filtrar de forma absolutamente acrítica los informes, en lugar del propio juez. Ello atentaría las bases mismas de cualquier democracia liberal digna de este nombre.  Y si además algunos de estos informes contienen errores factuales, que conducen por tanto hacia hipótesis erróneas, el problema empieza a ser extremadamente grave.

En 2016, el Reality News de Mongolia, la sección de información de la revista, abordó ya el problema, que viene de lejos, pero que se ha agravado mucho en los últimos años. Lo hacía a partir de un importante documento adviertiendo del problema escrito nada menos que por un magistrado de la Audiencia Nacional, Ramón Sáez Valcárcel, y publicado en la revista de Jueces y Juezas para la Democracia. Por su interés en el momento actual, volvemos a darle difusión.

Descárgate aquí el artículo 'Peligro: ¡Informes de inteligencia en el juzgado!', publicado en el Reality News de Mongolia en 2016.