La actual guerra mundial entre el ser humano y el coronavirus es el último capítulo de un largo
pulso de milenios, en el que cada salto adelante en el «progreso» conlleva también una mayor
sofisticación de los virus, nuestros grandes competidores. No les vemos, pero son más parecidos a
nosotros de lo que imaginamos, con el egoísmo como motor compartido. ¿Es posible romper este
círculo infernal de conflicto que arrastramos desde el origen de la historia? Bájate el informe de Mongolia en PDF y lee su historia.
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