"Termina un año durísimo", carta de agradecimiento a los lectores por todo en 2014
Nuestro editor y abogado, Gonzalo Boye, hace balance del año y agradece a nuestros lectores todo su apoyo
Termina 2014 y no queremos abandonarlo sin hacer un breve balance de lo sucedido durante el año que termina porque no ha sido un año sencillo para las libertades ni, tampoco, para la sátira política porque nos han surgido fuertes competidores: algunos de los denominados "medios serios" que han creído que hacer portadas satíricas es una buena forma de subir las ventas y la propia realidad que, desde relevantes sectores de la política, supera cualquier capacidad creativa que se nos pueda atribuir.
Dentro de las dificultades de este año que termina hemos de destacar el proceso sucesorio en la Jefatura del Estado, que nos pilló a horas de entrar en imprenta pero no con los pantalones bajados. Casa Real conoce perfectamente nuestras fechas de impresión y debieron tenerlo en consideración pero, en todo caso, tuvimos los reflejos para acomodarnos a sus planes.
También nos ha surgido algún problemilla menor con los comerciales de algunas imágenes religiosas pero, por tratarse de reclamaciones disparatadas, el asunto no pasó de un breve intercambio epistolar en el que nos comprometimos a no usar la imagen de una tal Macarena, ni a pasearnos con el fajín de Queipo de Llano.
Pero como no todo iba a ser negativo, en 2014 hemos de agradecer a las miles de personas que a lo largo del año han acudido a ver nuestra más reciente creación, "Mongolia el Musical", que seguirá presentándose durante 2015 en muchas ciudades de España y que, surgido de la más absoluta locura mongola, se ha transformado en una gran forma de acercarnos a muchos de nuestros lectores y amigos allí donde os encontrais.
Dentro de las cosas positivas debemos destacar la consolidación de nuestras ventas, el importante crecimiento del número de suscriptores y el brutal respaldo que nos dan los cientos de miles de seguidores que tenemos en Twitter, Facebook e Instagram; sin todos ustedes Mongolia no existiría.
Muchas gracias a todos ustedes y que el 2015 sea un año mucho mejor para todos, especialmente para aquellos que lo están pasando rematadamente mal producto de políticas abyectas que trasladan a los más desfavorecidos el costo de rescatar a España del despilfarro, el abuso y la corrupción de unos cuantos a los que siempre les dedicaremos grandes espacios en nuestras páginas.
Dentro de las dificultades de este año que termina hemos de destacar el proceso sucesorio en la Jefatura del Estado, que nos pilló a horas de entrar en imprenta pero no con los pantalones bajados. Casa Real conoce perfectamente nuestras fechas de impresión y debieron tenerlo en consideración pero, en todo caso, tuvimos los reflejos para acomodarnos a sus planes.
También nos ha surgido algún problemilla menor con los comerciales de algunas imágenes religiosas pero, por tratarse de reclamaciones disparatadas, el asunto no pasó de un breve intercambio epistolar en el que nos comprometimos a no usar la imagen de una tal Macarena, ni a pasearnos con el fajín de Queipo de Llano.
Pero como no todo iba a ser negativo, en 2014 hemos de agradecer a las miles de personas que a lo largo del año han acudido a ver nuestra más reciente creación, "Mongolia el Musical", que seguirá presentándose durante 2015 en muchas ciudades de España y que, surgido de la más absoluta locura mongola, se ha transformado en una gran forma de acercarnos a muchos de nuestros lectores y amigos allí donde os encontrais.
Dentro de las cosas positivas debemos destacar la consolidación de nuestras ventas, el importante crecimiento del número de suscriptores y el brutal respaldo que nos dan los cientos de miles de seguidores que tenemos en Twitter, Facebook e Instagram; sin todos ustedes Mongolia no existiría.
Muchas gracias a todos ustedes y que el 2015 sea un año mucho mejor para todos, especialmente para aquellos que lo están pasando rematadamente mal producto de políticas abyectas que trasladan a los más desfavorecidos el costo de rescatar a España del despilfarro, el abuso y la corrupción de unos cuantos a los que siempre les dedicaremos grandes espacios en nuestras páginas.
Gonzalo Boye, editor de Mongolia
