print $title?>
"Maruja Torres en Mongolia", ayúdanos a publicar el libro que todos querríamos en nuestra librería
Cuando en 2013 en El País le “invitaron” a reconducir su carrera retirándole las columnas de opinión, su respuesta fue un corte de mangas y se largó tan pancha a hacer lo que le apetecía fuera, sin tener que agachar la cabeza ante gente que no respetaba. Y como la historia suele repetirse como farsa, en 2020 incluso se ha anticipado para evitar el esperpento del reencuentro. Y así fue como, gracias a la incompetencia ajena, Mongolia ha tenido la oportunidad de publicar a una de sus personas más admiradas y queridas, bregada además también en Por Favor y El Papus, referentes de la prensa satírica en España en la transición: así empezó la sección del consultorio en la revista, en el que Maruja se queda a gusto contestando las preguntas de los lectores con su retranca y mala leche habituales, que aguantamos estoicamente incluso cuando se dirige contra nosotros no únicamente porque nos hace reír mucho, sino también porque sabemos que se trata de cápsulas de auténtica sabiduría que incluyen el sentido mismo de la existencia hasta de la Humanidad.
Como sabemos que dentro de mil años estas cápsulas de apariencia insolente y hasta frívola serán la base que ayudará a los historiadores del futuro a entender mejor nuestra extraña época, hemos decidido facilitarles el trabajo a los lumbreras del año 3000, en otro acto de solidaridad que nos honra: queremos editar todas las entradas del consultorio de Maruja en Mongolia en una edición de gran calidad que recuperará además todos los retratos que Darío Adanti, humorista gráfico y cofundador de la revista, le ha hecho para acompañar la sección durante estos años y unos cuantos extras con material inédito que os sorprenderán. El espacio arrancó en 2013 y se publicó hasta 2016, cuando Maruja decidió reducir todos los compromisos que le supusieran una atadura, siendo Raúl Cimas quien la despidió con un consultorio hilarante que también se incluirá en el libro. Con la irrupción del coronavirus en 2020, Maruja se puso de nuevo las botas, en El País -hasta el adiós de Soledad Gallego-Díaz- y también en nuestras páginas, para entusiasmo del pueblo mongol, con el acicate de que el coronavirus no nos haga también más tristes.