La nueva agenda de ‘Mongolia’ es tricolor
El único cuaderno que combina el calendario gregoriano con el que implantó la Revolución francesa está dedicado a la tradición republicana en España, la que más ha empujado por la modernización de este país frente a la sempiterna alianza entre el trono, el altar y los militares. Llega 2023, pero en el universo paralelo puede vivirse también en 231
La nueva agenda de Mongolia para 2023 ya está disponible y de nuevo facilita la posibilidad de refugiarse en el universo paralelo construido por los herederos de la Ilustración, bien lejos del rebaño de creyentes: es la única que hace compatible el calendario gregoriano, que mide el paso del tiempo a partir del supuesto nacimiento de Jesucristo y que nos sitúa en el año 2023, con el que implantaron los sabios racionalistas y poetas de la Revolución francesa tomando como eje la naturaleza y sus ciclos. Según este sistema ideado durante la Convención jacobina, que estuvo vigente 13 años en Francia —hasta que Napoleón la finiquitó, en 1806—, pero que sobrevivió todavía muchos años en el imaginario popular —la Comuna de París lo reinstauró siete décadas después hasta que fue aplastada—, ahora estamos en el año 231, entre los meses de frimario y nivoso, que en la agenda mongola conviven za entre el trono, el altar y los militares. Al empuje de esta tradición debe este país la gran mayoría de los avances sociales y políticos conseguidos, a pesar de no tener el reconocimiento que merece porque el relato oficial sigue bajo control de la monarquía y sus cortesanos.
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Todos los intentos de incorporar España a la senda liberal-progresista que abrió la Revolución francesa han sido brutalmente reprimidos por militares al servicio del Ancien Régime monárquico-eclesial, ya sean los Cien Mil Hijos de San Luis, que finiquitó el trienio liberal (1920-1923); el general Pavía, que asaltó el Congreso para acabar con la I República, o el general Franco, cuyo Alzamiento dio origen a la guerra civil y a una criminal dictadura que duró cuatro décadas y que acabó reinstaurando a los Borbones en la jefatura de Estado (lo que supuso esquivar el referédum pendiente para elegir entre monarquía o república). Junto al paso de los días, en el calendario mongol están referenciaarmoniosamente con el diciembre en que la Virgen María da a luz al niño Jesús con la inestimable ayuda del Espíritu Santo.
En la fórmula alternativa de los jacobinos, el año arranca siempre con la vendimia, que acaba llevando al vino y se convierte pues en ingrediente clave de la vida social, mientras que la organización no se basa en semanas de siete días —eco del relato bíblico según el cual Dios creo el mundo en seis días y el séptimo descansó—, sino en bloques de diez días, cada uno dedicado a una planta o un animal en lugar de una santidad.
Homenaje
La agenda de Mongolia para el próximo año viene envuelta en la bandera tricolor de la República, en homenaje a la tradición política y social que desde el inicio del siglo XIX empuja para que los vientos de la Revolución francesa que transformaron el mundo lleguen también a España, a pesar de la brutal represión desencadenada para evitarlo por la sempiterna aliandas muchas de las fechas clave del republicanismo en España —la proclamación de la I y la II República, el pacto de Ostende, el pacto de San Sebastián, la aprobación de la Constitución de 1931, etc.—, algunos de sus hitos —la aprobación del voto femenino, del divorcio, etc.—, los activistas y próceres que la alentaron —de las mujeres librepensadoras a los jefes de Estado—, así como el universo simbólico que la identifica, desde la bandera tricolor hasta el Himno de Riego, y las víctimas que fallecieron defendiendo este proyecto de emancipación, desde los voluntarios de las Brigadas Internacionales hasta los fusilados por el franquismo cuyos restos sigue tratando de exhumar la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Irreverencia
Todo ello junto a decenas de chistes y salidas de tono made in Mongolia, cuyo afán desacralizador e irreverente se dirige también hacia el panteón propio, en coherencia con la misión fundamental del proyecto satírico de no tomarse nunca demasiado en serio. Como reza la introducción de la agenda: “¡Ojo: ¡lo más probable es que Saint-Just y Robespierre nos hubieran mandado también a la guillotina! Pero ellos siguen durmiendo y nosotros estamos vivos: el mejor motivo para reírnos y brindar”. Que nos quiten lo bailao. ¡Y feliz 2023 y/o 231 para todo el pueblo mongol!
¿Cómo conseguirla?
La agenda está ya disponible en la tienda digital de Mongolia (tienda. revistamongolia.com), por 17,95 euros (5% de descuento y gastos de envío incluidos) HAZ CLICK Y CONSIGUE LA TUYA.
Presentación en Madrid:
Martes 20 de diciembre a las 19h en el bar Picnic (c/ de las Minas, 1; metro Noviciado).
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Todos los intentos de incorporar España a la senda liberal-progresista que abrió la Revolución francesa han sido brutalmente reprimidos por militares al servicio del Ancien Régime monárquico-eclesial, ya sean los Cien Mil Hijos de San Luis, que finiquitó el trienio liberal (1920-1923); el general Pavía, que asaltó el Congreso para acabar con la I República, o el general Franco, cuyo Alzamiento dio origen a la guerra civil y a una criminal dictadura que duró cuatro décadas y que acabó reinstaurando a los Borbones en la jefatura de Estado (lo que supuso esquivar el referédum pendiente para elegir entre monarquía o república). Junto al paso de los días, en el calendario mongol están referenciaarmoniosamente con el diciembre en que la Virgen María da a luz al niño Jesús con la inestimable ayuda del Espíritu Santo.
En la fórmula alternativa de los jacobinos, el año arranca siempre con la vendimia, que acaba llevando al vino y se convierte pues en ingrediente clave de la vida social, mientras que la organización no se basa en semanas de siete días —eco del relato bíblico según el cual Dios creo el mundo en seis días y el séptimo descansó—, sino en bloques de diez días, cada uno dedicado a una planta o un animal en lugar de una santidad.
Homenaje
La agenda de Mongolia para el próximo año viene envuelta en la bandera tricolor de la República, en homenaje a la tradición política y social que desde el inicio del siglo XIX empuja para que los vientos de la Revolución francesa que transformaron el mundo lleguen también a España, a pesar de la brutal represión desencadenada para evitarlo por la sempiterna aliandas muchas de las fechas clave del republicanismo en España —la proclamación de la I y la II República, el pacto de Ostende, el pacto de San Sebastián, la aprobación de la Constitución de 1931, etc.—, algunos de sus hitos —la aprobación del voto femenino, del divorcio, etc.—, los activistas y próceres que la alentaron —de las mujeres librepensadoras a los jefes de Estado—, así como el universo simbólico que la identifica, desde la bandera tricolor hasta el Himno de Riego, y las víctimas que fallecieron defendiendo este proyecto de emancipación, desde los voluntarios de las Brigadas Internacionales hasta los fusilados por el franquismo cuyos restos sigue tratando de exhumar la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Irreverencia
Todo ello junto a decenas de chistes y salidas de tono made in Mongolia, cuyo afán desacralizador e irreverente se dirige también hacia el panteón propio, en coherencia con la misión fundamental del proyecto satírico de no tomarse nunca demasiado en serio. Como reza la introducción de la agenda: “¡Ojo: ¡lo más probable es que Saint-Just y Robespierre nos hubieran mandado también a la guillotina! Pero ellos siguen durmiendo y nosotros estamos vivos: el mejor motivo para reírnos y brindar”. Que nos quiten lo bailao. ¡Y feliz 2023 y/o 231 para todo el pueblo mongol!
¿Cómo conseguirla?
La agenda está ya disponible en la tienda digital de Mongolia (tienda. revistamongolia.com), por 17,95 euros (5% de descuento y gastos de envío incluidos) HAZ CLICK Y CONSIGUE LA TUYA.
Presentación en Madrid:
Martes 20 de diciembre a las 19h en el bar Picnic (c/ de las Minas, 1; metro Noviciado).
