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La hermosa fea, la comedia más divertida de Lope de Vega
La hermosa fea es una de las mejores y más divertidas comedias de Lope de Vega. Trata los asuntos del culto a la belleza y la vanidad herida. Este 17 de junio, Daniel Acebes dirige una versión en torno a ella en el Centro Sociocultural Gilitos de Alcalá de Henares, en el marco del Festival Iberoamericano del Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid. Clásicos en Alcalá.
¿Conservamos el criterio que tenía Lope de lo que significa ser guapa y fea? Los cánones de estética van variando con las modas y las épocas. Antes una mujer rolliza era canon de belleza y ahora son las modelos esqueléticas. Pero si mantenemos el concepto de que la belleza se asocia al poder, al dinero y a la clase social. En la hermosa fea, la duquesa Estela y el príncipe Ricardo son guapos, famosos, llenos de pretendientes (en nuestra versión influencers) y es la erótica del poder y el dinero. A cuantos futbolistas objetivamente feos conocemos con la modelo de turno…así que esa belleza del dinero se mantiene intacta.
Se dice que esta es la obra más cómica de Lope. ¿Conservamos, también, el mismo sentido del humor? Lo bueno de las comedias de Lope de Vega es que son atemporales. Hablan de lo cotidiano, del amor, de los celos y todo eso no pasa nunca de moda. Es verdad que hemos metido su comedia en un contexto del siglo XXI con móviles, redes sociales y moda, pero el texto por sí solo provocaría risas en el público seguro…nosotros solo hemos actualizado el envoltorio.
¿Qué caracteriza vuestra propuesta? Nuestra propuesta mezcla lo clásico y lo moderno, como te digo hemos respetado los versos de Lope, hemos hecho un trabajo de verso riguroso, pero con unos personajes que son pijos con dinero, preocupados por ponerse bótox, salir de fiesta y las redes sociales. De esta manera se mandan WhatsApp, audios de voz, están enganchados a Instagram, perrean a ritmo de reggaetón y visten con últimas tendencias (y toques de época).
¿Cuáles son los retos para acercar los clásicos a los jóvenes de hoy? El reto no es solo para los jóvenes, que, por supuesto son el público del futuro, sino para público en general. El teatro clásico se cree que es para público mayor o cultureta, en gran parte por muchas producciones que se dedican año tras año a hacer lo mismo de siempre sin asumir ningún riesgo. A los jóvenes les tratamos como si no les interesara nada, pero hay que asumir la responsabilidad entre todos. En los colegios se les lleva a ver obras de teatro escolar de calidad en muchos casos baja, el precio de una entrada de teatro muchas veces es poco competitivo y no todos pueden pagarlo y nos empeñamos en hacer un teatro pensando más en la crítica, los compañeros y el propio ego artístico que en el público. Debemos enseñar al público que hay mucho más que ver musicales o cómicos, que hay teatro divertido y bien hecho sin necesidad de ver a los actores de la televisión como reclamo, y ese trabajo debe partir de los programadores de teatros y festivales que no ayudan a “educar” a un nuevo público con una programación cuanto menos cuestionable y sin riesgo.
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