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Españoles: ¡Mongolia no ha muerto!
La decisión del Tribunal Supremo de ratificar la condena a Mongolia por una viñeta satírica sobre el exmatador José Ortega Cano no se ha llevado por delante este proyecto de periodismo irreverente e insumiso, por mucho que tenga las cuentas tiritando. La extraordinaria movilización del pueblo mongol lo ha impedido. Ya lo podemos decir: españoles, ¡Mongolia no ha muerto!
Casi 1.600 mecenas han aportado ya los 60.000 euros que estimamos que vamos a necesitar para hacer frente a la sentencia, a punto de ejecutarse. Esta cantidad es la suma de la indemnización impuesta por el Alto Tribunal (40.000 euros), las costas de los abogados del extorero y los intereses, puesto que el fallo en primera instancia se remonta a 2017.
A todos los que habéis contribuido a dar semejante disgusto -¡Mongolia podrá seguir molestando!- a patriotas y creyentes de todo pelaje y condición: ¡muchísimas gracias por vuestro maravilloso apoyo!
Y ojo, que la campaña de microfinanciación sigue: ayer, 18 de enero de 2021, hemos alcanzado los objetivos económicos para seguir en pie, pero queremos continuar dando la batalla: ¡ni cautivos ni desarmados, la guerra no ha terminado!
Mongolia nació en 2012 con el objetivo de ensanchar los márgenes de la libertad de expresión y de la sátira en España, pero esta sentencia nos demuestra que la evolución ha sido lamentablemente la contraria: el terreno de juego no ha dejado de achicarse. Por tanto, más allá de poder pagar la multa queremos presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional con el objetivo último de acudir después al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). No nos resignamos a semejante involución.
La protección a la sátira es uno de los mejores indicadores de la calidad de la democracia y, por tanto, vamos a ir hasta el final: creemos que están en juego aspectos esenciales de la democracia misma. No es solo nuestra opinión: lo dicen también muchos juristas de primer nivel, como el único barrister español en Londres, León Fernando del Canto, que ha diseccionado la sentencia en el Reality News de la revista de enero, y ha concluido que “aceptar la condena sería el fin de la posibilidad del ejercicio de la sátira profesional en España”. Aquí tienes acceso al artículo íntegro en PDF.
A pesar de que tenemos la suerte de contar con el apoyo desinteresado de juristas de primerísimo nivel, todos los litigios tienen necesariamente costes asociados, incluso contando con el apoyo de los mejores: pagos (aunque sea a precios muy solidarios) para los abogados, procuradores, papeleo, viajes… Por esto mantenemos la campaña de micromecenazgo de apoyo a Mongolia hasta el final. Pese a haber alcanzado ya la cifra estimada para pagar la multa, la batalla continúa y queremos darla en las mejores condiciones posibles. ¡Ojalá recaudemos todavía más!
También seguimos hasta el final, obviamente, para dar satisfacción al amplio elenco de haters antiMongolia, todos muy patriotas, que así nos podrán volver a acusar de ser en realidad unos estafadores que engañamos a la gente de buena fe porque nos han condenado, dicen, con toda justicia y por querernos lucrar a costa del honor y la imagen de la “antigua figura del toreo” (Supremo dixit). Su rabia nos anima todavía más y aporta los nutrientes necesarios para seguir burlándonos de todo lo que consideran sagrado.
¡Viva Mongolia! ¡Viva el Glorioso Pueblo Mongol!
¡Vamoooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
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Españoles, Mongolia no ha muerto