Como informamos en nuestro número de febrero de Mongolia, en ARCO siempre les ha gustado arriesgar pero en esta edición ya ponen en juego su físico. Este año han invitado a varios terroristas de ISIS para realizar obras de arte a partir de las obras de arte que allí se venden. Al grito de «¡Alá es grande!» y con un enorme mazo en la mano, los radicales han desconchado en la inauguración un montón de chatarra que se vendía bajo el título de ‘Introspección matutina radical volumen ocho’. La obra, que salía a un precio de 15.000 euros, se calcula que pasará instantáneamente a valer más de 200.000 con la consiguiente alegría del artista Fluxus S. Fluxer, de Cabarceno (Cantabria).


Varios miembros del ISIS trabajan en sus obras de ARCO.

Nos informan que los terroristas ya estaban en Madrid un mes antes de ARCO. «De verdad –nos asegura un responsable– no entiendo bien qué hacen ocho del ISIS un mes antes en Madrid: solo nos han pedido un piso franco, una furgoneta y direcciones de bares donde paren mineros. Pero, ¡ya se sabe cómo son los artistas multiculturales! ¡Se lo damos y que creen!». Además de su muestra, ISIS tiene previstas otras actividades como pedir a todas las mujeres vayan a ARCO en burka, eliminar todos los menús que contengan cerdo de la cafetería o una ‘performance’ totalmente gratuita con un terrorista suicida que acabará con su vida y con las de aquellos artistas atormentados que se apunten en la web muereteconISIS. com.sy.