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«El Yunque tiene fines políticos y está muy infiltrado en la derecha»
ENTREVISTA A MIQUEL RAMOS, PERIODISTA
Incrustada detrás de varias de las organizaciones ultra más activas en España se encuentra a menudo la secta mexicana El Yunque, desconocida para el gran público, pero muy activa en la constelación agitadora que va de Vox a Hazte Oír, pasando por Abogados Cristianos. La última entrega del Mongolia Show, en el Teatro del Barrio de Madrid, abordó el fenómeno con el periodista Miquel Ramos, especialista en extrema derecha y autor del podcast de cinco episodios Dios, Patria, Yunque (Podium Podcast).
¿Qué es El Yunque?
Una organización con fines políticos infiltrada en la derecha: en partidos, en los medios de comunicación y hasta en las instituciones, con lo que influye en nuestra vida diaria y lo sufre mucha gente. Y tiene elementos claros de secta: ritos, vestimentas, secretismo…
¿Y desde cuándo es relevante en España?
Llevaba ya años aquí, pero es a partir de 2006-2007 cuando extiende sus tentáculos durante las movilizaciones contra el Gobierno de Zapatero y las leyes que impulsa, como la del matrimonio de personas del mismo sexo o la ley del aborto, en un contexto muy tenso también por cuestiones como la reforma del Estatuto en Cataluña y el fin de ETA. La agitación de la derecha en las calles era brutal, en ocasiones encabezada por obispos, y El Yunque,que llevaba años formando sus chiringuitos, empieza a meterse en estas plataformas.
¿En cuáles?
No es fácil determinarlo, porque es una sociedad secreta y ningún miembro admite su pertenencia. Pero sí puede acreditar que algunas personas son del Yunque, porque les han señalado exmiembros y se ha demostrado en sede judicial. En esas movilizaciones, El Yunque empezó a captar sobre todo a menores de edad y les utilizan hasta para espiar a sus padres, algunos de los cuales se dan cuenta y denuncian. En el juicio, los testigos señalan como miembros de El Yunque a dirigentes de Hazte Oír, Profesionales por la Ética y otros inventos de aquella época. Les habían visto en las ceremonias vistiendo el traje ritual de El Yunque.
Algunas de estas ceremonias y prácticas, bien descritas en el podcast, son aterradoras.
Primero ponen a prueba a los chavales, que no saben que están siendo captados, con actos como pegar carteles o manifestarse en centros donde van mujeres a interrumpir el embarazo. Elaboran fichas y a los que ven a punto les llevan a una ceremonia con gran parafernalia para hacer el juramento y luego se les lleva al campo para entrenamiento físico paramilitar, como si fueran a la guerra, con pruebas muy duras para chavales de 16 o 17 años. Una de las personas que pasó por ahí -que sigue siendo religiosa y devota pero está alarmadafue muy importante en el juicio para identificar a los miembros de El Yunque, y ha sido también valiente para explicarlo en el podcast.
¿Y Abogados Cristianos forma parte de esta galaxia?
No existe una ficha o carnet público para comprobarlo, pero todos los indicios apuntan a que también está ahí. La líder nunca responde cuando se le pregunta. Y todos los entrevistados afirman que es un instrumento más a su servicio.
¿Y Vox?
Vox no es El Yunque como tal, pero la presentación del partido, en 2015, la hacen en el canal de You- Tube de Hazte Oír cuando ya se habían destapado las conexiones con El Yunque. Siempre han tenido mucha relación. Vox es el partido que mejor representaba las posiciones de El Yunque y uno de los concejales de Vox en Barcelona, Liberto Senderos Oliva, está muy vinculado a la organización.
¡El Yunque en las instituciones!
Lo ha acreditado el periodista Miguel González: cuando va a buscar los Estatutos, descubre que una de sus fundaciones, la Organización del Bien Común, comete el error de poner que es el representante de El Yunque en España. Luego lo borraron, pero Miguel pudo rescatar el documento original, donde ellos mismos decían ser la filial de El Yunque en España. Y uno de sus representantes era Liberto Senderos Oliva, hoy concejal de Vox en Barcelona.
¿La jerarquía católica los ve bien?
A la iglesia le empiezan a llegar advertencias a principios de la década de 2000 de que esta gente se está infiltrando en los movimientos y que gana peso y protagonismo. Se empieza a preocupar y por esto encarga un informe, que recoge testimonios y describe los ritos, las captaciones, la violencia, las coacciones, y se entrega a la Conferencia Episcopal. A partir de ahí, la iglesia marca distancias, pero no se atreve a desautorizarlos públicamente y ahí siguen.
¿Con qué medios tienen vínculos?
Están muy presentes en el Grupo Intereconomía, donde algunos personajes empiezan a utilizar el medio para sus intereses y hasta hacen bullying a gente relevante del grupo a los que ven demasiado flojos y liberales, como al que fue director de La Gaceta, Carlos Dávila. Él mismo lo denunció.
¿Existe alguna relación con Alvise Pérez?
Antes de cada elección, Hazte Oír divulga recomendaciones de voto a partir de otorgar semáforo verde o rojo a los compromisos de los partidos en determinados temas. En las últimas elecciones, su recomendación era votar a Vox o a Alvise, ambos con semáforo verde en todo. El Yunque no está solo en esta batalla. Es una pieza más de un engranaje global multimillonario, hiperfinanciado no solo por lobbies religiosos, sino también por corporaciones y multinacionales. No olvidemos que la agenda económica de Alvise, Vox, El Yunque y toda la banda es ultraneoliberal. No van a tocar ningún privilegio de las élites. Les interesan estas puntas de lanza para meterse en batallas culturales y a reventar derechos, sin tocar la estructura, y a distraer. Las peleas entre ellos solo son por cuotas de poder, en el corazón del asunto están todos de acuerdo.
En tanto que experto en extrema derecha, ¿cómo caracterizas a Alvise?
No olvidemos que le mete en política el señor Toni Cantó, cuando era de Ciudadanos, en las Cortes valencianas, y luego se hace famoso con sus happenings durante la pandemia y su canal de Telegram. Ahí es una zona oscura, de la que mucha gente no está al tanto, pero que permite crear comunidad sin necesidad de salir en la tele. Con la pandemia, este pozo de conspiranoia atrapó a mucha gente: abstencionistas, señoros amargados, también jóvenes. Es un fenómeno muy similar al de Milei en Argentina, fruto de un nuevo panorama comunicativo que ya no pasa por los platós de televisión, sino que se nos cuela por el móvil. Con 12 horas diarias en Telegram puedes acabar con el cerebro frito.
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¿Qué es El Yunque?
Una organización con fines políticos infiltrada en la derecha: en partidos, en los medios de comunicación y hasta en las instituciones, con lo que influye en nuestra vida diaria y lo sufre mucha gente. Y tiene elementos claros de secta: ritos, vestimentas, secretismo…
¿Y desde cuándo es relevante en España?
Llevaba ya años aquí, pero es a partir de 2006-2007 cuando extiende sus tentáculos durante las movilizaciones contra el Gobierno de Zapatero y las leyes que impulsa, como la del matrimonio de personas del mismo sexo o la ley del aborto, en un contexto muy tenso también por cuestiones como la reforma del Estatuto en Cataluña y el fin de ETA. La agitación de la derecha en las calles era brutal, en ocasiones encabezada por obispos, y El Yunque,que llevaba años formando sus chiringuitos, empieza a meterse en estas plataformas.
¿En cuáles?
No es fácil determinarlo, porque es una sociedad secreta y ningún miembro admite su pertenencia. Pero sí puede acreditar que algunas personas son del Yunque, porque les han señalado exmiembros y se ha demostrado en sede judicial. En esas movilizaciones, El Yunque empezó a captar sobre todo a menores de edad y les utilizan hasta para espiar a sus padres, algunos de los cuales se dan cuenta y denuncian. En el juicio, los testigos señalan como miembros de El Yunque a dirigentes de Hazte Oír, Profesionales por la Ética y otros inventos de aquella época. Les habían visto en las ceremonias vistiendo el traje ritual de El Yunque.
Algunas de estas ceremonias y prácticas, bien descritas en el podcast, son aterradoras.
Primero ponen a prueba a los chavales, que no saben que están siendo captados, con actos como pegar carteles o manifestarse en centros donde van mujeres a interrumpir el embarazo. Elaboran fichas y a los que ven a punto les llevan a una ceremonia con gran parafernalia para hacer el juramento y luego se les lleva al campo para entrenamiento físico paramilitar, como si fueran a la guerra, con pruebas muy duras para chavales de 16 o 17 años. Una de las personas que pasó por ahí -que sigue siendo religiosa y devota pero está alarmadafue muy importante en el juicio para identificar a los miembros de El Yunque, y ha sido también valiente para explicarlo en el podcast.
¿Y Abogados Cristianos forma parte de esta galaxia?
No existe una ficha o carnet público para comprobarlo, pero todos los indicios apuntan a que también está ahí. La líder nunca responde cuando se le pregunta. Y todos los entrevistados afirman que es un instrumento más a su servicio.
¿Y Vox?
Vox no es El Yunque como tal, pero la presentación del partido, en 2015, la hacen en el canal de You- Tube de Hazte Oír cuando ya se habían destapado las conexiones con El Yunque. Siempre han tenido mucha relación. Vox es el partido que mejor representaba las posiciones de El Yunque y uno de los concejales de Vox en Barcelona, Liberto Senderos Oliva, está muy vinculado a la organización.
¡El Yunque en las instituciones!
Lo ha acreditado el periodista Miguel González: cuando va a buscar los Estatutos, descubre que una de sus fundaciones, la Organización del Bien Común, comete el error de poner que es el representante de El Yunque en España. Luego lo borraron, pero Miguel pudo rescatar el documento original, donde ellos mismos decían ser la filial de El Yunque en España. Y uno de sus representantes era Liberto Senderos Oliva, hoy concejal de Vox en Barcelona.
¿La jerarquía católica los ve bien?
A la iglesia le empiezan a llegar advertencias a principios de la década de 2000 de que esta gente se está infiltrando en los movimientos y que gana peso y protagonismo. Se empieza a preocupar y por esto encarga un informe, que recoge testimonios y describe los ritos, las captaciones, la violencia, las coacciones, y se entrega a la Conferencia Episcopal. A partir de ahí, la iglesia marca distancias, pero no se atreve a desautorizarlos públicamente y ahí siguen.
¿Con qué medios tienen vínculos?
Están muy presentes en el Grupo Intereconomía, donde algunos personajes empiezan a utilizar el medio para sus intereses y hasta hacen bullying a gente relevante del grupo a los que ven demasiado flojos y liberales, como al que fue director de La Gaceta, Carlos Dávila. Él mismo lo denunció.
¿Existe alguna relación con Alvise Pérez?
Antes de cada elección, Hazte Oír divulga recomendaciones de voto a partir de otorgar semáforo verde o rojo a los compromisos de los partidos en determinados temas. En las últimas elecciones, su recomendación era votar a Vox o a Alvise, ambos con semáforo verde en todo. El Yunque no está solo en esta batalla. Es una pieza más de un engranaje global multimillonario, hiperfinanciado no solo por lobbies religiosos, sino también por corporaciones y multinacionales. No olvidemos que la agenda económica de Alvise, Vox, El Yunque y toda la banda es ultraneoliberal. No van a tocar ningún privilegio de las élites. Les interesan estas puntas de lanza para meterse en batallas culturales y a reventar derechos, sin tocar la estructura, y a distraer. Las peleas entre ellos solo son por cuotas de poder, en el corazón del asunto están todos de acuerdo.
En tanto que experto en extrema derecha, ¿cómo caracterizas a Alvise?
No olvidemos que le mete en política el señor Toni Cantó, cuando era de Ciudadanos, en las Cortes valencianas, y luego se hace famoso con sus happenings durante la pandemia y su canal de Telegram. Ahí es una zona oscura, de la que mucha gente no está al tanto, pero que permite crear comunidad sin necesidad de salir en la tele. Con la pandemia, este pozo de conspiranoia atrapó a mucha gente: abstencionistas, señoros amargados, también jóvenes. Es un fenómeno muy similar al de Milei en Argentina, fruto de un nuevo panorama comunicativo que ya no pasa por los platós de televisión, sino que se nos cuela por el móvil. Con 12 horas diarias en Telegram puedes acabar con el cerebro frito.
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