El éxito de la campaña de micromecenazgo emprendido por Mongolia, que ya ha alcanzado el objetivo mínimo para llevar a los tribunales internacionales la condena por el fotomontaje satírico sobre el matador José Ortega Cano, ha permitido que la revista independiente pueda contar ya con abogado para la causa: se trata del letrado José Luis Mazón, uno de los mayores expertos españoles en pleitos internacionales por vulneración de derechos fundamentales.
 

Mazón ha aceptado el encargo por un precio probono, con una retribución simbólica, en solidaridad con Mongolia, y la dirigirá al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra. En las últimas dos décadas, Mazón ha representado a numerosos clientes españoles ante este tribunal, a menudo con éxito.


 

Esta instancia judicial ha ido ganando peso en los últimos años en la medida en que sus sentencias han dejado de ser meramente simbólicas y, tras la jurisprudencia emanada desde 2018 por el Tribunal Supremo, el resarcimiento debe ser también material. En caso de que el comité dé la razón a Mongolia, la revista debería recuperar los 40.000 euros en que se fijó la indemnización al matador por vulneración al derecho al honor, así como las costas judiciales que se derivaron. Y lo más importante: volvería a ensancharse el terreno de juego para la sátira en España, gravemente amenazada tras la condena a Mongolia, que algunos expertas consideran un aviso para navegantes a la disidencia y a la prensa independiente.
 

La campaña de micromecenazgo se ha cerrado con la aportación de 501 mecenas y la recaudación de 18.475€, habiendo superado el primer objetivo de 15.000 euros, una cifra que nos permitiría amplificar notablemente el mensaje de la causa, sobre todo en el extranjero. Mongolia publicará un llamado Libertad de impresión, que recopilará muchos  casos escandalosos de persecución judicial a la sátira y al humor en España, cuyos estándares en este aspecto tan crucial por la democracia se sitúa muy por debajo del de las democracias occidentales.
 

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