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"Convergencia Democrática de Andorra", por José Errasti
Esta columna se publicó originalmente en el número 25 de Mongolia (septiembre 2014). Si quieres seguir leyendo columnas así, suscríbete a Mongolia en revistamongolia.com
La ciudadanía andorrana se encuentra conmocionada tras el descubrimiento de que uno de sus miembros más ilustres, Jordi Pujol, fue durante veintitrés años presidente de la comunidad autónoma de Cataluña perteneciente al Reino de España. Durante todo este tiempo, el histórico dirigente de Convergencia Democrática de Andorra mantuvo abiertas cuentas por valor de muchos cientos de millones de euros en la banca andorrana, lo cual le servía para dar la apariencia de ciudadano andorrano ideal. De esta forma acallaba los rumores que le vinculaban al gobierno de la Generalitat catalana. Algunos de sus colaboradores en Convergencia Democrática de Andorra ya habían declarado en círculos privados su extrañeza ante los frecuentes viajes de Pujol a Barcelona y los frecuentes despachos que realizaba con Juan Carlos I, rey del país vecino.
Jordi Pujol sin embargo defendió en un todo momento su exclusivo compromiso patriótico con Andorra, mostrando sus cuentas bancarias como principal mérito y acusando a aquéllos que mostraban dudas acerca de su honorabilidad de ser enemigos de Andorra que pretendían acabar con su figura. Todo esto se ha venido abajo en las últimas semanas, cuando un Jordi Pujol apesadumbrado ha confesado que, efectivamente, presidió la Generalitat de Cataluña entre 1980 y 2003. Ha asegurado que se vio desbordado por un cúmulo de circunstancias y que durante estas décadas no encontró el momento para poder contar la verdad a CDA y al pueblo andorrano en general. Espera que esto no afecte al futuro de Andorra y a su identidad como pueblo. Al término de sus declaraciones se alejó canturreando "oh, oooooh, Andorra, pollo al chilindrón, gambas, cocaína, puro y garrafón...".
Jordi Pujol sin embargo defendió en un todo momento su exclusivo compromiso patriótico con Andorra, mostrando sus cuentas bancarias como principal mérito y acusando a aquéllos que mostraban dudas acerca de su honorabilidad de ser enemigos de Andorra que pretendían acabar con su figura. Todo esto se ha venido abajo en las últimas semanas, cuando un Jordi Pujol apesadumbrado ha confesado que, efectivamente, presidió la Generalitat de Cataluña entre 1980 y 2003. Ha asegurado que se vio desbordado por un cúmulo de circunstancias y que durante estas décadas no encontró el momento para poder contar la verdad a CDA y al pueblo andorrano en general. Espera que esto no afecte al futuro de Andorra y a su identidad como pueblo. Al término de sus declaraciones se alejó canturreando "oh, oooooh, Andorra, pollo al chilindrón, gambas, cocaína, puro y garrafón...".