Abc responde con un despliegue de dos páginas y un editorial indignado (El papel vital y la vigencia de la prensa, 15/1) a un informe del Instituto de Prensa Internacional que pone en duda la independencia de los grandes medios españoles. “Quien no cree en nada suele ponerse al servicio de cualquiera”, concluye. Es evidente que esto no le pasará a Abc, cuya empresa editora está presidida por un alto directivo del Banco Santander: de cualquiera, no.

Enric Juliana da vueltas en El Partit del President (La Vanguardia, 16/1) alrededor del componente psicológico del proceso catalán, que oscila, dice, entre “los picos de euforia de los últimos tres años y el bucle depresivo de las últimas semanas”. Es curioso que muy pocas páginas después el rotativo dedique un editorial precisamente a la depresión, Tiempo de antidepresivos, donde perfila los “orígenes psicosociales” de la depresión en “la inadecuación de la realidad a las expectativas vitales, la insatisfacción y la frustración”.

Abc cede a Mariano Rajoy su Tercera para que se explaye en Seguridad nacional: nuevos retos, nuevas propuestas (17/1), y en la página siguiente el diario titula su primer editorial La seguridad de la nación es prioritaria. ¿Lo escribió también Rajoy? ¿O fue el plumilla del editorial el que en realidad escribió el artículo de Rajoy?

Los editoriales de Abc en los días siguientes alimentan aún más la duda de sobre autoría: O el PP o un frente de izquierdas (18/1), Más crecimiento y empleo en 2015 (19/1), Crisis de nervios en la izquierda (20/1), España, líder de crecimiento europeo (21/1). ¿Tendrá también Rajoy la legendaria afición de Fidel Castro de compaginar la presidencia con el puesto clandestino de editorialista en jefe?

En La pasarela de los hipócritas (Abc, 17/1), Juan Manuel de Prada  advierte que "islamismo y laicismo son, como la Bestia del Mar y la Bestia de la Tierra del Apocalipsis, dos instrumentos del Nuevo Orden Mundial", cuya naturaleza, dice, es "anticrística". Y pensar que hace ahora 20 años este mismo autor publicó el libro Coños, donde pasaba de un coño a otro, incluido “el de las niñas, pituso, pizpireto”... ¿Era la Bestia del Mar o la Bestia de la Tierra?

Abc da muy de pasada y en pequeño la reorganización interna de Ana Patricia Botín en el Banco Santander (Botín simplifica la estructura del Santander y la adapta a sus retos, 17/1) y hasta se olvida de decir que el nuevo consejero ejecutivo del banco, Rodrigo Echenique, es presidente de Vocento, editora del propio Abc. ¿La omisión es porque le da al menos un poquito de vergüenza?

El Periódico de Catalunya, como todos los demás diarios, destaca el 17/1 que el fiscal pide 111 años de cárcel para Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel. Es una pena que no se marque un perfil del personaje el director de Comunicación del grupo Zeta, editor del rotativo, Miguel Ángel Liso, quien según se desprende de los pinchazos telefónicos, le conocía muy bien.

El País descubre ahora, ¡en 2015!, que “los pequeños negocios de extranjeros se han extendido por todo EEUU” (Los nuevos dueños de la economía, 19/1) y nos lo subraya hasta en un subtítulo. Y luego dicen que no es importante tener corresponsales sobre el terreno.

El País titula La decadencia de Al Yazira (19/1) y explica en un subtítulo que la cadena “ha ido perdiendo el prestigio y la influencia que tenía”. ¿Se les ocurre otro medio que encaje en este cuadro?

La Vanguardia  dedica un editorial a un informe de Oxfam La brecha de la desigualdad (20/1) en el que se muestra beligerante ante la “profunda injusticia redistributiva” que considera, además, “insostenible para el sistema económico mundial”. Es interesantísimo. Ahora ya solo le falta que cuando surjan noticias como que Isidro Fainé se embolsa una pensión de 23 millones al pasar de director general de La Caixa a presidente, las publique.

El País se escandaliza porque una empresa administrada por Juan Carlos Monedero cobró 425.150 euros de cuatro Estados latinoamericanos en 2013 por trabajos de consultoría (21/1). A la noticia le falta como mínimo contexto: el máximo referente del diario que tanto se escandaliza, Juan Luis Cebrián, se embolsó en 2012 casi 13 millones de euros de Prisa, y la cifra ni siquiera incluye los trabajos para el Instituto Berggruen ni las conferencias o asesorías en las Américas.

La información de El País sobre las asesorías americanas de Monedero debe de haber causado hondo malestar al dirigente de Podemos, pero sobre todo por un asunto que ha pasado más desapercibido: el texto afirma que el último libro de Monedero "ya va por su segunda edición" cuando en realidad a los 10 meses de salir iba ya por la novena.