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Carta de Alta Conducción a los corintios y a todos los pueblos del mundo. Ayúdanos a que Mongolia continúe
La brutal crisis del coronavirus supone una amenaza adicional para el proyecto de Mongolia, que afronta la situación desde posiciones muy precarias. No solo por los problemas inherentes a los medios de comunicación independientes, agravados ahora por los problemas actuales, sino que además seguimos en vilo a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo por la demanda que interpuso contra nosotros el exmatador José Ortega Cano por vulneración al derecho al honor. Si el Supremo ratifica la condena, la sentencia se hará firme, con lo que deberíamos pagar 60.000 euros, que obviamente no tenemos (40.000 de condena + intereses + costas de abogados).
Pese a este entorno tan adverso, Mongolia mantiene intacto su compromiso con el proyecto y con su comunidad de suscriptores y lectores, e incluso logramos imprimir el número de abril y entregarlo a los quioscos. Además, hemos permitido, excepcionalmente, acceso gratuito al número íntegro y estamos impulsando muchos proyectos en la web para dar respuesta a esta situación excepcional, en las dos patas de este proyecto independiente e indombable: la satírica, con la reincorporación de colaboradoras como Maruja Torres, la reformulación casera del Informe Mongolia para Al Rojo Vivo o la potenciación del Instagram Stories, y también la informativa (Reality News), con iniciativas como Flahault en español, Cicuta Mediática, el documental diario A las 20 horas, las Crónicas ilustradas de las ruedas de prensa o Cosas que pasan sin salir de casa.
Estamos convencidos de que la sátira y la información independiente van a ser más necesarios que nunca ante los retos y peligros que se avecinan, pero como no creemos en Dios ni tampoco tenemos Amo necesitamos el compromiso y la implicación de más gente para continuar molestando a los poderes políticos, económicos y mediáticos.
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