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'Los locos del paraíso', 'El chispazo', 'Gandula. Ley de vagos y maleantes' y 'Lo normal'. Todos los cuerpos en Teatro del Barrio
Teatro del Barrio, que este año cumple una década desde su apertura el 3 de diciembre de 2013, nació con la voluntad de recoger lo que en las calles sucede, y en los cuerpos y las personas que pueblan nuestras plazas, vecindarios y aceras.
Así, tanto su patio de butacas como su escenario son lugares que han de estar poblados por aquellos que nos cruzamos día a día. Y, por supuesto, las personas con discapacidad tienen un protagonismo especial.
Así, en la programación de Teatro del Barrio hay propuestas de compañías colaboradoras como Amás Escena. Este teatro ubicado en Lavapiés también es uno de los escenarios anuales de Festival Visibles. Y se ofrecen funciones accesibles en lengua de signos de la obra Lo normal.
Los locos del paraíso
Un año más, Teatro del Barrio vuelve a acoger una de las funciones de Festival VISIBLES [arte inclusivo], un acontecimiento teatral que lleva nueves años organizando Sala Tarambana y tiene como fin la visibilidad escénica de todos los cuerpos. A Teatro del Barrio llega, el próximo viernes 24 de mayo a las 19:30 hs, Los locos del paraíso, de la compañía segoviana Paladio Arte.
En la obra, una residencia psiquiátrica en el país de X, un país que sufre una guerra como todas las guerras: absurda, cruel, con multitud de víctimas civiles. Los internos están encerrados y cargan con diversos tipos y grados de locura, así que entienden poca cosa del mundo real, pero observan inocentes los acontecimientos. Hasta que una bomba rompe la cristalera que separa interior y exterior, locura de dentro y locura de fuera, permitiéndoles salir libres al mundo. ¿Pero querrán la libertad que ofrece ese mundo? ¿No será, acaso, otro tipo de psiquiátrico? La obra estará en cartel el 24 de mayo.
El chispazo
Cuando Marcos Mayo comenzó a ser conocido por sus interpretaciones en el teatro, en papeles muy protagonistas en Supernormales (con autoría de Esther Carrodeguas y dirección de Iñaki Rikarte) o Lectura fácil (con autoría de Cristina Morales y dirección de Alberto San Juan), hacía ya años que escribía un diario, y hacía tiempo que se planteaba convertirlo en novela. “Originariamente era un diario con una función terapéutica: lo compartía con mi psicóloga, y me servía para transmitirle cómo me sentía cada día. Después, pensé en darle forma de novela, porque, desde siempre, me han animado a escribir, a la gente le gusta cómo lo hago. No terminaba de encontrar la forma, y a raíz de mis experiencias en el teatro, decidí envalentonarme y convertirlo en obra de teatro, aprendiendo de mis maestros. De Iñaki, de Alberto”. El punto de inflexión fue un verano que se tuvo que quedar en Madrid, con las calles desiertas y la gente en éxodo hacia la playa. “Me operaron de un hernia inguinal. Me quedé solo y con pocos planes, y decidí ver teatro. Mucho. En las obras empecé a descubrir al elenco que querría para mi obra. Me fui dirigiendo a cada actriz, a cada actor. Me resultó fácil convencerlas y convencerlos”. Y así, hasta las seis personas que componen este elenco junto con Marcos: Alicia López Egea, Alfonso Masó, Garoa Bécares, Eban Gómez, Paula Susavila, Pablo Ríos. A la dirección, su profesora del alma, Montse Ortiz, que al involucrarse en el proyecto tenía claras dos cosas: que no quería que esto fuera un drama y que esta será la última obra que hará en Madrid.
El protagonista de El Chispazo es un personaje es el propio Marcos. con el apoyo de Pablo Ríos complementándolo como su lado más racional. Esto tiene mucho de autobiográfico. Marcos convive con una parálisis cerebral desde que era un bebé, y por el camino de sus años, se le han presentado diferentes escenarios llenos de piedras y constantes dudas. Ha dirimido constantes conflictos pensando si abrazar eso que llamamos normalidad o aburrirse en la comodidad. Todos esos escenarios inspiran las vivencias del personaje de Marcos en esta obra: el bullying en el colegio, la amiga que lo conoce y no sabe muy bien cómo tratarlo. El padre exigente, la madre protectora que solo quiere que su hijo sea feliz. El joven que se independiza teniendo una discapacidad reconocida. El entorno laboral. La noche, que trae consigo el sexo, las drogas, la violencia. Todo, contado con una gran carga poética y onírica, con las fases de la luna y los eclipses como metáfora de aquello que se oculta o no se quiere apreciar. “Para mí, la obra implica abrirme en canal y regresar a mi pasado, a episodios traumáticos que ya tengo superados. Pero también es un reclamo para que el público abra los ojos. Apelo a esos momentos en los que también se ha sentido fuera de lugar, ha vivido el rechazo. Abrir los ojos y tocar el corazón: eso de lo que te has dado cuenta en esta obra permanecerá ya, para siempre, contigo”. La obra estará en cartel desde el 26 de mayo.
Lo normal
Nadie nos ha contado cómo es el sexo normal. Pero tod*s lo conocemos. Muchas personas lo pasan mal. Pocas hablan de ello. Una payasa les quiere ayudar. ¡Sálvese quién pueda! Norma Lidad está harta de que la gente en consulta le diga que quiere ser normal. Pero, ¿es que hay alguien normal? Gracias al juego con el público descubriremos lo mal que nos hemos educado sexualmente, lo difícil que es comunicarse en la cama y lo poco que hablamos del placer real. ¿Por qué nos empeñamos en encajar? Una sala riéndose de sus miserias será lo normal. La función es accesible en lengua signos. La obra estará en cartel el 25 de mayo.
Gandula. Ley de vagos y maleantes
El título nos traslada a la posguerra española, para llamar nuestra atención sobre las consecuencias que provocó en personas con diversidad funcional, con enfermedad mental, de la calle, homosexuales, mujeres o en prostitutas la Ley de Vagos y Maleantes. Una ley Una norma apodada como ley gandula que se aprobó en 1933, en la Segunda República, y posteriormente fue modificada por la dictadura franquista para reprimir también a las personas homosexuales. Su objetivo era ejercer control sobre personas sin hogar o proxenetas. Como no sancionaba delitos sino que intentaba evitar que se cometieran, no incluía penas sino medidas de alejamiento, control y retención de los individuos supuestamente peligrosos, hasta que se determinara que se había acabado su peligrosidad.
Gandula, ley de vagos y maleantes retrata la vida de nueve personas que sufrieron la aplicación de tal ley. Unos se enfrentan a un encierro en sus casas como prevención, vergüenza o silencio. Otros sufren los castigos a los que se exponían encerrados en instituciones de rehabilitación de la peligrosidad social.
Un periodista se atreve a contar aquello que nadie quiso ver. Gandula pone altavoz a aquellas personas que sufrieron la invisibilidad.
AMÁS Escena nació en 2015 con dos objetivos: la formación profesional en artes escénicas de personas con discapacidad intelectual y la creación de un espacio igualitario en el mundo cultural. Su formación se orienta al entrenamiento actoral -técnica vocal, técnica corporal e interpretación-, al audiovisual -Iniciación al universo audiovisual a través de la cámara-, a la producción y al desarrollo personal. La obra estará en cartel el próximo 2 de junio.
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