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La contraofensiva de ‘Mongolia’ supera los 1.500 mecenas
Mongolia ha concluido con un gran éxito la campaña de micromecenazgo para financiar la contraofensiva de la revista satírica, que aspira a recuperar terreno en nombre de la libertad de expresión tras años de una dinámica en que las iniciativas de disidencia se han acostumbrado a tener que defenderse en los tribunales del matonismo judicial promovido por asociaciones ultracatólicas y de extrema derecha, entre las que destacan precisamente Manos Limpias y también Abogados Cristianos.
Estas dos entidades presentaron el año pasado sendas querellas contra Mongolia por “ofensas a los sentimientos religiosos”, el resquicio que queda en el Código Penal equivalente al viejo delito de blasfemia, por la portada con el simpático belén navideño en que un helado de chocolate representaba al niño Jesús, un icono que las asociaciones ultracatólicas interpretaron como si se tratara de una caca. Ambas querellas han sido ya archivadas, al igual que las que presentaron en la misma línea Hazte Oír y una organización carlista.
Este tipo de organizaciones han ido ganando terreno en la última década al querellarse de manera recurrente por “ofensas a los sentimientos religiosos” a pesar de que casi siempre sus escritos acaban archivándose, aprovechándose de la inacción de la izquierda, que no remata nunca la tantas veces anunciada reforma del Código Penal. Pero incluso cuando acaban en nada, estos procedimientos judiciales ocasionan molestias para los querellados, que pueden pasar largas temporadas en calidad de “investigados” e incluso ser llamados a declarar ante el juez, así como asumir gastos inevitables en letrados y procuradores, con lo que aumenta el riesgo de autocensura para evitarse problemas. Varias entidades de derechos humanos, como Amnistía Internacional, llevan años advirtiendo de que estas prácticas de acoso judicial en España suponen una amenaza para la libertad de expresión, en particular de los humoristas.
Una vez conseguido el archivo de todas las querellas en su contra, Mongolia considera que ha llegado la hora de pasar a la acción para parar los pies a los acosadores ultra y alterar la dinámica habitual invirtiendo los términos: se ha propuesto presentar una querella contra Abogados Cristianos por fraude procesal y por las mentiras objetivas propagadas por la asociación ultracatólica, que han provocado un perjuicio en la imagen de la publicación al vincularla a un supuesto blanqueo de capitales del abogado Gonzalo Boye y al sostener falsamente que su existencia depende de subvenciones públicas, insinuando con ello una inexistente cercanía con el poder político.
La campaña lanzada por Mongolia ha superado todas las expectativas al reunir en apenas dos días su objetivo inicial, lo que supone una garantía de que la querella, que se ha encargado ya al letrado José Luis Mazón, podrá presentarse pronto. Al final, más de 1.500 mecenas se sumaron a las hordas de Gengis Kan, lo que no solo refuerza este proyecto de periodismo insumiso e irreverente, sino que le permitirá impulsar acciones específicas para encarar a los acosadores ultras. Una de estas acciones es imprimir una segunda edición del libro con las crónicas anticlericales de Manuel Saco, No hay Dios (probablemente), para irlo presentando poco a poco en todas las comunidades autónomas, en una gira que se llamará Mongolia da por Saco. El listado íntegro de mecenas se publicará en el número de junio de la revista.
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