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Migas (de migajas) es una comedia de autoficción que interpretan Rut Santamaría y Noemi Climent con dirección de Chos (directora de referencia del teatro independiente madrileño y artista habitual del underground). Tras su paso por el Teatro Lara agotando entradas, ahora llega al Teatro del Barrio los domingos entre el 19 de marzo y el 16 de abril (excepto el 9).
Dos micrófonos, un escenario y mucho por reír en una historia sobre superar las adversidades desde el humor y el absurdo. “Nos reímos de nuestra profesión, del mundo artístico y laboral, del paso del tiempo, de nosotras mismas, del cáncer y de todo o casi todo”, explican Rut Santamaría y Noemi Climent, que dan vida aquí a dos “personajas tirando a optimistas” que no pierden la ilusión ante nada y que, en su búsqueda de la felicidad, o de un trabajo digno o del éxito, o de la eterna juventud, o de la supervivencia, o de la igualdad de oportunidades, o de seguidores de Instagram… (lo mezclan todo), hacen su particular “viaje del héroe/heroína” acompañadas del público.
¿De dónde viene lo de Migas (de migajas)?
En nuestra primera producción teatral, Lo Posible de Neil Labute, las protagonistas, dos actrices norteamericanas, intentaban hacerse un hueco en la industria cinematográfica y comentaban frustradas que las migas de las migajas eran lo que les quedaba en la profesión. Esa frase, Migas de Migajas, que decíamos en micrófono directamente al público, nos encantaba por su sonoridad, y además es el reflejo de lo que nos pasa a la hora de enfrentarnos a la producción teatral de una manera independiente como abordamos desde la productora que creamos: Bronte Producciones.
Tal como está el panorama en el trabajo cultural, ¿mejor tomárselo a risa, antes de que nos tomen a risa?
Totalmente. Hay que reírse por no llorar, tan manido y tan real. Utilizamos la comedia para hacer catarsis y al menos poder reírnos de nosotras mismas en primera persona y de la situación audiovisual, teatral y cultural en general.
¿Qué lo más difícil que habéis tenido que superar en vuestra carrera, y cómo lo habéis conseguido?
Todavía estamos superando obstáculos y creo que nunca acabaremos de saltar todas las piedras que se van levantando en nuestra carrera. La profesión es así. Tenemos un optimismo y una ilusión desbordante y deseamos seguir aportando para que la comedia deje de verse como un género menor y queremos pensar que vamos proporcionando nuestros granitos de arena en esa tarea.
¿Qué es lo más positivo que os han dicho en vuestra trayectoria?
El público siempre destaca nuestra gran química en escena y el hecho de convertirnos en hipnóticas para el espectador y sobre todo la maravillosa frase que nos hace vibrar y querer seguir produciendo pese a toda la precariedad: “Cuánto me he divertido. Quiero más”.
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