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Malena Alterio y Luis Bermejo celebran dos años de gira de ‘Los que hablan’
Era octubre de 2020. Malena Alterio y Luis Bermejo se reunían en escena para interpretar la que, entonces, era la nueva producción del Teatro del Barrio: Los que hablan, con texto y dirección de Pablo Rosal, hasta ese momento conocido sobre todo como intérprete de piezas de, por ejemplo, Agrupación Señor Serrano.
Los que hablan surgía como reacción a una época, la actual, en la que la palabra sencillamente ha perdido su integridad y su acción. “Podríamos plantearnos, con la suma irresponsabilidad de que es bandera nuestro utilizado presente, participar de esta barbarie, de este aquelarre, de esta, como aquella, quema de libros, y bien cargados de cinismo, oportunismo y cualquier otro ardid, perpetrar más entretenimiento para el gozo de la desventurada civilización. Pero en un gesto ignoto, siempre hacia lo desconocido, nos proponemos con una audacia extemporánea permitir que lo divino de la palabra renazca en nuestras vidas forzadas a no creer”, expresaba Rosal en el programa de mano de la pieza. Así reivindicaba su voluntad de “resignificar la palabra con una inocencia nacida en el siglo XXI, a eso nos disponemos”.
Año y medio después, decenas de miles de personas han visto ya el que resultó uno de los fenómenos teatrales de la pasada temporada. En el Auditorio Centro Niemeyer de Avilés, el Teatro Gayarre de Pamplona, el Teatro Cervantes Echegaray de Málaga, el Teatro Central de Sevilla, el Teatro Marcelo Grande de Tomelloso… En medio de tanta mala noticia, un éxito teatral así, es casi un milagro.
Ahora, Los que hablan vuelve a su casa, el Teatro del Barrio, los miércoles de junio a las 19.30h y coincidiendo en cartel con Castroponce. Teoría y praxis para una vanguardia del siglo XXI, un monólogo que ha escrito, interpreta y dirige Pablo Rosal, recreando un simposio sobre teatro político celebrado en el municipio vallisoletano de Castroponce y donde se expusieron sencillas y clarividentes ideas en torno a la creación y su implicación política.
Hablamos con Luis Bermejo.
¿Cómo definirías el humor que tiene Los que hablan?
La fuente de este humor está en Mihura, Jardiel, los Quintero, Arniches, Gila…
¿Qué te atrajo de la propuesta y cómo ha cambiado la función en estos dos años de gira?
Es de un mineral oculto que Pablo Rosal ha conseguido rescatar y encender como fuego prometeico.
El texto es pura alquimia para los actores.
Es puro juego primigenio.
Es una tentación que enciende de pasión y de vida.
Es oxígeno para un actor.
¿Hay algo de tu payaso en esta función?
El payaso está en todo. Es trueno, aguacero, catarata, trino, rayo, manantial, vuelco repentino, reflejo, espejo… y sobre todo un gran aullido.
En un mundo donde todo se mide por el éxito, ¿el payaso nos humaniza?
Esto va de humanizar. Tiene una dimensión espiritual.
Ahí está el payaso.
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