PIQU€
El capitán del Barça exhibe un ingreso de 2,3 millones como prueba de su sacrificio.
El salario real de los trabajadores españoles —incluidos muchos seguidores del FC Barcelona— lleva bajando desde hace casi una década y está todavía de media el 6,5% por debajo que en 2008. Según la última estructura salarial en España, publicada recientemente por el INE con datos de 2019, el sueldo más frecuente es de apenas 18.490 euros brutos anuales y la media se sitúa en 24.396 euros.
Y únicamente el 0,21% de los españoles ingresa más de 102.000 euros brutos al año. Uno de ellos es el capitán del FC Barcelona, Gerard Piqué, que en medio de esta crisis económica inacabable exhibió un pantallazo en sus redes sociales del último ingreso de la nómina en su cuenta, de 2.328.884,39 euros limpios, como ejemplo de… ¡su gran sacrificio!
En medio de lo que para el 99,79% de la población se conoce como “la cuesta de enero”, Piqué alardea de haber ingresado de una tacada una cantidad —¡limpia!— 125 veces superior al salario bruto anual más frecuente en España y al futbolista le pareció que exhibirlo demuestra lo poco que cobra. Piqué acompañó el pantallazo de un agresivo mensaje contra Lluís Canut, el veterano periodista de TV3 que había osado poner en cuestión el impacto real de su supuesta rebaja salarial para ayudar al club y que apuntaba que sus emolumentos reales siguen por encima de los 25 millones de euros brutos anuales. El capitán del Barça escribió en sus redes: “Personajes como este cobrando de una televisión pública para defender a sus amigos. Aquí tienes el 50% de mi nómina cobrada a 30 de diciembre. Respétate un poco”.
Incontinencia
Canut balbuceó y trató de responder como pudo, pero en seguida agachó la cabeza. Casi nadie salió en su defensa. Nadie se atrevió tampoco a llamar la atención de Piqué, parapetado no solo detrás del escudo del FC Barcelona sino también de los millones de seguidores en las redes sociales —los suyos y los que le reporta su alianza con Ibai Llanos, el rey de Twitch—, listos para convertirse en manada. Y de los medios amigos que incluso jalean su desmesura e incontinencia: también ha insultado en redes al excandidato a la presidencia del club Toni Freixa.
Todo un capitán del club que más alardea de formas exquisitas y hasta únicas en el mundo llamó directamente y en público “sinvergüenza” a un socio de la entidad que además se presentó a las últimas elecciones, en las que obtuvo el 8,58%. Valga como ejemplo la crónica publicada por Elnacional.cat el 11 de enero: dictaminó que Piqué es “el claro ganador por K.O.” en su duelo con Freixa; y su conclusión del altercado con Canut es que la audiencia de TV3 supuestamente concluyó que la actitud del periodista de la casa era de “vergüenza”. Y todo aderezado siempre con chistes y bromas ante la actitud desacomplejada del futbolista y de sus zascas. Eso sí: nadie se ha puesto a analizar el salario real de Piqué ni si de verdad ha hecho un esfuerzo para ayudar al club o si se trata de mera propaganda. Los detalles del arreglo no han trascendido y las incógnitas se amontonan mientras el grueso de la prensa le ríe las gracias.
Salario fijo y bonus
De entrada, el millonario ingreso publicitado por Piqué de 2,3 millones netos implicaría un salario bruto anual de alrededor de 10 millones, teniendo en cuenta que la tributación en estos niveles supera el 50% y que el club abona el salario por partes iguales en junio y en diciembre. Es decir: la exhibición de gran sacrificio equivale ya a 555 veces al salario más frecuente en España. Pero es que, además, el salario fijo de los jugadores supone solo una pequeña parte de su retribución. El monto total está cada vez más vinculado a otros aspectos desgajados del salario del que alardeó Piqué.
Por ejemplo: solo con que el Barça juegue la Champions —un objetivo extremadamente humilde—, Piqué ya se embolsaba por contrato un millón de euros. Y así todo: 2,8 millones de bonus por superar las semifinales de la Champions, 4,5 millones por ganar el triplete… Un bonus por cada pequeño paso que se da. Incluso disputar un porcentaje tan bajo de partidos como el 40% tiene premio millonario: otros 1,75 millones.En la práctica, cada vez que Piqué salta al campo pasa por caja al margen de su contrato fijo, mientras muchos aficionados del club y los que jalean sus zascas tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes. Otro bonus, importantísimo y fuera del salario base, es por “fidelidad” al club: ¡7 millones de euros por temporada! Y el último año de contrato: ¡11 millones adicionales! Es por la suma de todos estos conceptos —y no por el simple salario fijo— que el salario de Piqué superaba los 25 millones por temporada.
Tras la tan publicitada renegociación, que supuestamente rebajó el salario fijo, no han trascendido ni las contrapartidas ni su impacto en el monto global a percibir. Por ejemplo: ¿se ha garantizado el jugador tras su “gesto solidario” la temporada 23-24, que antes estaba condicionada y que podría reportarle hasta 39 millones de euros al incluir el bonus de fidelidad y el diferido por la firma del contrato? Otro: ¿se ha doblado la compensación a percibir si el jugador disputa al menos el 40% de los partidos? Y más: ¿el coste real para el club bajará alguna temporada de los 25 millones? Muchas incógnitas, pero una certeza: la furia de las redes, integrada por centenares de miles de mileuristas, está en camino para propinar un colosal zasca a Mongolia si así lo desea el gran barcelonista que ha demostrado que se estrecha el cinturón exhibiendo un ingreso de 2,3 millones de euros.
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Y únicamente el 0,21% de los españoles ingresa más de 102.000 euros brutos al año. Uno de ellos es el capitán del FC Barcelona, Gerard Piqué, que en medio de esta crisis económica inacabable exhibió un pantallazo en sus redes sociales del último ingreso de la nómina en su cuenta, de 2.328.884,39 euros limpios, como ejemplo de… ¡su gran sacrificio!
En medio de lo que para el 99,79% de la población se conoce como “la cuesta de enero”, Piqué alardea de haber ingresado de una tacada una cantidad —¡limpia!— 125 veces superior al salario bruto anual más frecuente en España y al futbolista le pareció que exhibirlo demuestra lo poco que cobra. Piqué acompañó el pantallazo de un agresivo mensaje contra Lluís Canut, el veterano periodista de TV3 que había osado poner en cuestión el impacto real de su supuesta rebaja salarial para ayudar al club y que apuntaba que sus emolumentos reales siguen por encima de los 25 millones de euros brutos anuales. El capitán del Barça escribió en sus redes: “Personajes como este cobrando de una televisión pública para defender a sus amigos. Aquí tienes el 50% de mi nómina cobrada a 30 de diciembre. Respétate un poco”.
Incontinencia
Canut balbuceó y trató de responder como pudo, pero en seguida agachó la cabeza. Casi nadie salió en su defensa. Nadie se atrevió tampoco a llamar la atención de Piqué, parapetado no solo detrás del escudo del FC Barcelona sino también de los millones de seguidores en las redes sociales —los suyos y los que le reporta su alianza con Ibai Llanos, el rey de Twitch—, listos para convertirse en manada. Y de los medios amigos que incluso jalean su desmesura e incontinencia: también ha insultado en redes al excandidato a la presidencia del club Toni Freixa.
Todo un capitán del club que más alardea de formas exquisitas y hasta únicas en el mundo llamó directamente y en público “sinvergüenza” a un socio de la entidad que además se presentó a las últimas elecciones, en las que obtuvo el 8,58%. Valga como ejemplo la crónica publicada por Elnacional.cat el 11 de enero: dictaminó que Piqué es “el claro ganador por K.O.” en su duelo con Freixa; y su conclusión del altercado con Canut es que la audiencia de TV3 supuestamente concluyó que la actitud del periodista de la casa era de “vergüenza”. Y todo aderezado siempre con chistes y bromas ante la actitud desacomplejada del futbolista y de sus zascas. Eso sí: nadie se ha puesto a analizar el salario real de Piqué ni si de verdad ha hecho un esfuerzo para ayudar al club o si se trata de mera propaganda. Los detalles del arreglo no han trascendido y las incógnitas se amontonan mientras el grueso de la prensa le ríe las gracias.
Salario fijo y bonus
De entrada, el millonario ingreso publicitado por Piqué de 2,3 millones netos implicaría un salario bruto anual de alrededor de 10 millones, teniendo en cuenta que la tributación en estos niveles supera el 50% y que el club abona el salario por partes iguales en junio y en diciembre. Es decir: la exhibición de gran sacrificio equivale ya a 555 veces al salario más frecuente en España. Pero es que, además, el salario fijo de los jugadores supone solo una pequeña parte de su retribución. El monto total está cada vez más vinculado a otros aspectos desgajados del salario del que alardeó Piqué.
Por ejemplo: solo con que el Barça juegue la Champions —un objetivo extremadamente humilde—, Piqué ya se embolsaba por contrato un millón de euros. Y así todo: 2,8 millones de bonus por superar las semifinales de la Champions, 4,5 millones por ganar el triplete… Un bonus por cada pequeño paso que se da. Incluso disputar un porcentaje tan bajo de partidos como el 40% tiene premio millonario: otros 1,75 millones.En la práctica, cada vez que Piqué salta al campo pasa por caja al margen de su contrato fijo, mientras muchos aficionados del club y los que jalean sus zascas tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes. Otro bonus, importantísimo y fuera del salario base, es por “fidelidad” al club: ¡7 millones de euros por temporada! Y el último año de contrato: ¡11 millones adicionales! Es por la suma de todos estos conceptos —y no por el simple salario fijo— que el salario de Piqué superaba los 25 millones por temporada.
Tras la tan publicitada renegociación, que supuestamente rebajó el salario fijo, no han trascendido ni las contrapartidas ni su impacto en el monto global a percibir. Por ejemplo: ¿se ha garantizado el jugador tras su “gesto solidario” la temporada 23-24, que antes estaba condicionada y que podría reportarle hasta 39 millones de euros al incluir el bonus de fidelidad y el diferido por la firma del contrato? Otro: ¿se ha doblado la compensación a percibir si el jugador disputa al menos el 40% de los partidos? Y más: ¿el coste real para el club bajará alguna temporada de los 25 millones? Muchas incógnitas, pero una certeza: la furia de las redes, integrada por centenares de miles de mileuristas, está en camino para propinar un colosal zasca a Mongolia si así lo desea el gran barcelonista que ha demostrado que se estrecha el cinturón exhibiendo un ingreso de 2,3 millones de euros.
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