En esta nueva aventura en cuarentena, tenemos un caso que resulta hoy más común de lo que creemos. Blanca está casada con un polícia que trabaja en la vía pública en plena pandemia. Cuando empezó la cuarentena dejaron a sus hijos en el pueblo con sus abuelos. Tras más de un mes sin ellos, ahora van a buscarlos a casa de los padres de Blanca, pero los padres pertenecen, como sabemos, al grupo más vulnerable y su marido, como tantos otros funcionarios, ya sean personal sanitario, de limpieza, bomberos o policías, no sólo están en riesgo constante de contagio sino que, además, aún no cuentan con los test para saber si tienen el virus o no. 

Algo tan normal como ir a buscar a tus hijos a casa de sus abuelos, se convierte en una aventura singular, con las carreteras llenas de controles, las precauciones sanitarias, el papelería que te permite movilizarte según el real decreto y con el riesgo de contagiar a tus propios padres. Así, la alegría del reencuentro se mezcla con el agobio de las precauciones y con la pena de no poder abrazar a tus propios padres. 

Aquí lo podéis ver: