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In Memoriam: Moncho Alpuente (1949-2015)
Como homenaje, publicamos su última columna en Mongolia, "Cantinela de Rouco Varela", aparecida en el número de este mes.
CANTINELA DE ROUCO VARELA, por Moncho Alpuente
Rouco Varela arzobispo, monseñor y cardenal,
No quiso mudar de casa al mudar de dignidad
Se atrincheró en el palacio, el palacio episcopal
Y dijo yo no me muevo, por aquí no pasarán
El nuevo obispo esperaba calladito en el portal
Refugiado con las monjas, monjas de la Caridad
Por fin se avino a razones, imperativo legal
Y abandonó sus salones, obediencia y humildad
Para trasladarse a un ático junto al Palacio Real
Cientos de metros cuadrados para uso personal
Y medio millón de euros, que se gastó en reformar
El pesebre del que nunca, jamás dejó de cobrar
Por fin pasó a mejor vida, mejor vida terrenal
No se le espera en el cielo, de momento vivirá
Como Dios que a un buen cristiano, no le puede abandonar
Ahora que el Papa predica, la cristiana austeridad
Por el ojo de la aguja, Rouco en la gloria entrará
Gloria y loor al obispo que se lo supo montar.
P.D. En la imagen de arriba, Moncho Alpuente lee EL MONGOLIA, nuestra parodia de EL PAÍS aparecida en octubre de 2013, en un bar de Malasaña, justo al lado de donde nació.