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"No sólo hay gilipollas en El Rocío" o "¿Por qué nos han cerrado Facebook?"
De cómo siete gilipollas que no entienden la ironía te cierran la cuenta de Facebook
Como todos sabéis, Facebook tiene unos estándares bastante rígidos de "comportamiento" en su red social. Dichas normas no suelen ser ejecutadas, ni los usuarios banneados, de forma automática (salvo, por ejemplo, que muestres un pezón de una mujer, claro o los genitales de un hombre). En general, depende de que usuarios denuncien dicho contenido por varias motivaciones tipificadas: contenido "violento", "sexista", "racista"... sin que, como administrador, nunca sepas quién se ha molestado, te ha señalado y ha conseguido que te cierren. La sanción de Facebook es inmediata: eliminación de tu post, debes aceptar de nuevo sus normas de comportamiento y esperar 24 horas (las primeras veces), 72 horas (cuando ya has sido sancionado previamente).... para que te lo reactiven. Si la infracción se repite muchas veces, Facebook amenaza con cerrar la cuenta.
Ayer, nueve de junio de 2014, colgamos la anterior imagen en nuestro Facebook y, tras ser denunciados por los que nosotros creíamos fans católicos del Rocío, se nos cerró la página durante 72 horas (a diez de junio, aún sigue cerrada).
Pero no fueron gilipollas católicos... fueron otros siete gilipollas -Saíd Zuozam, Abderrahim H., Abdelmoula K., Rachid Driouech, Mohammed Talbi. Mohammed B. y Hisham Arousi- que no entendieron, como gilipollas esplendorosos que son, la siguiente definición de la RAE en su tercera acepción:
ironía. (Del lat. ironīa, y este del gr. εἰρωνεία).
3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.
No contentos con denunciarnos por contenidos racistas, y como buenos gilipollas supersónicos presurosos por relatar su hazaña, nos lo contaron.
Aquí tenéis el mail de siete gilipollas orgullosos de serlo:
Es lamentable que Facebook deje en manos de gilipollas estratosféricos el control de su red. Y cuando esto ocurre, la ironía, la hipérbole o el uso de una voz literaria, todas ellas figuras retóricas reservadas a la inteligencia y a la complicidad con el otro, con ese al que supones inteligente, son inmediatamente proscritas.
En Facebook, como ya intuíamos, reinan los gilipollas. De momento, todas nuestras reclamaciones no han recibido respuesta mientras que la denuncia de estos siete gilipollas estereoscópicos se atendió en dos horas.
Habrá que plantearse muy en serio si nos vamos a otro sitio.
P.D. Para escapar de la gilipollez, que siempre acaba afectándote, completamos este texto con el mongol Darío Adanti y su espléndida reflexión sobre la ironía, reservada a personas tan inteligentes como él.
Ayer, nueve de junio de 2014, colgamos la anterior imagen en nuestro Facebook y, tras ser denunciados por los que nosotros creíamos fans católicos del Rocío, se nos cerró la página durante 72 horas (a diez de junio, aún sigue cerrada).
Pero no fueron gilipollas católicos... fueron otros siete gilipollas -Saíd Zuozam, Abderrahim H., Abdelmoula K., Rachid Driouech, Mohammed Talbi. Mohammed B. y Hisham Arousi- que no entendieron, como gilipollas esplendorosos que son, la siguiente definición de la RAE en su tercera acepción:
ironía. (Del lat. ironīa, y este del gr. εἰρωνεία).
3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.
No contentos con denunciarnos por contenidos racistas, y como buenos gilipollas supersónicos presurosos por relatar su hazaña, nos lo contaron.
Aquí tenéis el mail de siete gilipollas orgullosos de serlo:
Es lamentable que Facebook deje en manos de gilipollas estratosféricos el control de su red. Y cuando esto ocurre, la ironía, la hipérbole o el uso de una voz literaria, todas ellas figuras retóricas reservadas a la inteligencia y a la complicidad con el otro, con ese al que supones inteligente, son inmediatamente proscritas.
En Facebook, como ya intuíamos, reinan los gilipollas. De momento, todas nuestras reclamaciones no han recibido respuesta mientras que la denuncia de estos siete gilipollas estereoscópicos se atendió en dos horas.
Habrá que plantearse muy en serio si nos vamos a otro sitio.
P.D. Para escapar de la gilipollez, que siempre acaba afectándote, completamos este texto con el mongol Darío Adanti y su espléndida reflexión sobre la ironía, reservada a personas tan inteligentes como él.