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"La tinta china se queda en blanco", por Andrés Vázquez de Sola
Nuestro Maestro rinde un emocionado homenaje a René de la Nuez, amigo suyo y fallecido recientemente. En el fondo, Vázquez de Sola rinde homenaje a toda nuestra profesión.
09.01.2015
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Todos hemos de morir un día, aun así, nos sorprende, nos anonada ver morir a quien nos ha enseñado a reír ante nuestros propios dramas, a pensar de otra manera, a razonar ante las bombas y la penuria, a alguien que supo combatir la maldad sin herir al malvado, a risotada limpia, defendiendo su país contra toda injerencia extranjera sin más arma que la inteligencia y el humor, sin caer jamás en la incitación al odio, ni al racismo ni a la xenofobia, provocando, pero no ofendiendo.
No imaginamos que pueda morir quien consideraba que sus enemigos no eran los que agreden y ahogan a su pueblo, sino la entelequia imperialista, la ceguera egoísta, el afán de dominio, la fuerza bruta que los arrastra y cuya marabunta es preciso frenar.
Es aberrante pensar que la Parca pueda borrar los trazos de un lápiz que, como un arma cargada de comprensión persuasiva, disparaba ideas, como Cupido sus flechas, hiriendo solo de amor. Que la Nada se lleve a quien probaba por lo absurdo lo absurdo de la injusticia y el poderío basados en la fuerza de las armas, al humorista consciente de que no vence sino el que convence.
Hoy, como un mazazo, he sabido la noticia: uno de los más grandes dibujantes de humor de todos los tiempos, el cubano René de la Nuez, ha muerto en La Habana.
Cualquiera de los dioses, jehovás o allahs lo recibirían con gusto en sus respectivos paraísos.
No imaginamos que pueda morir quien consideraba que sus enemigos no eran los que agreden y ahogan a su pueblo, sino la entelequia imperialista, la ceguera egoísta, el afán de dominio, la fuerza bruta que los arrastra y cuya marabunta es preciso frenar.
Es aberrante pensar que la Parca pueda borrar los trazos de un lápiz que, como un arma cargada de comprensión persuasiva, disparaba ideas, como Cupido sus flechas, hiriendo solo de amor. Que la Nada se lleve a quien probaba por lo absurdo lo absurdo de la injusticia y el poderío basados en la fuerza de las armas, al humorista consciente de que no vence sino el que convence.
Hoy, como un mazazo, he sabido la noticia: uno de los más grandes dibujantes de humor de todos los tiempos, el cubano René de la Nuez, ha muerto en La Habana.
Cualquiera de los dioses, jehovás o allahs lo recibirían con gusto en sus respectivos paraísos.
VÁZQUEZ DE SOLA
* En la foto de arriba, a la izquierda, el dibujante René de la Nuez (1937-2015). A la derecha, el dibujante Andrés Vázquez de Sola (1927).